Muchas son las opiniones de los profesionales sobre el cuidado de la boca de un niño. No osamos decir que es lo que está mal o bien en cuanto a la frecuencia.
Se dice que se
debería empezar antes de la salida de los dientes de leche pasando una gasa
húmeda por las encías, así se van eliminando las bacterias de la boca. Bueno,
esto nos parece una exageración (empezar antes de que salgan los dientes). No
vemos necesario nada de esto.
Lo que recomendamos
es que cuando empiezan a salir los
dientes, después de cada comida (biberón), conviene pasarle una gasa húmeda
con agua por los dientes. Entendemos que no es fácil ya que tienen que comer
cada 3 horas y en muchas ocasiones no estamos en casa. Por lo que convendría
hacerlo al menos dos o tres veces al día, de esta manera el niño va adquiriendo
el hábito.
Cuando
son un poco más mayores, aproximadamente 13- 15 meses,
ya podemos cepillarles los dientes con mucho cuidado y con cepillos para niños (cabezales pequeños y cerdas del cepillo muy
blandas) y lo más importante, sin
ninguna pasta dentífrica, simplemente mojando un poco el cepillo con agua. Esto
hay que hacerlo por la mañana después del desayuno y por la noche (si el niño
no se te duerme). Conviene hacerlo después de cada comida pero sabemos que es
prácticamente imposible, por lo que hay
que ser realistas y hacerlo por la mañana y cuando puedas. Más que nada así
el niño se va habituando.
Cuando son un poco más mayores ya hay que ponerse un poquito
más serio. El cepillado debe ser una costumbre por las mañana y por las noche,
y entrando en juego las pastas dentífricas. Hay que recordar que los dientes de leche sanos ayudan a una
correcta dentición adulta.
Con el cambio de dentición a veces el niño no quiere lavarse
los dientes, ya que tiene algunos que se le mueven y le molesta. Hay que insistir en que aunque sea de
manera muy suave por la zona que le molesta hay que hacerlo.
Más adelante, se
introducen los enjuagues. Cuando ya tienen la dentición adulta hay que
cepillarse con cepillo, pasta de dientes y colutorios infantiles por la noche.
Hacerlo después de cada comida y como sabemos que es bastante difícil, hacerlo
mínimo después del desayuno y de la cena para dormir.
Recordaros que es
importante una revisión cada año al dentista tanto para adultos como para niños.
Para estos últimos convendría cada 6 meses ya que, a los niños muchas veces, es
necesario la aplicación de flúor cada cierto tiempo para prevenir las caries.
No hay comentarios:
Publicar un comentario